Haaland y el desafío de la resurrección del Manchester City

Ni hubo ni hay messis en la plantilla del City. El núcleo duro de los veteranos, Rodri, Stones, Dias, Bernardo Silva, Haaland y Foden, siguen siendo la clave de todo, especialmente Dias y Bernardo. Por experiencia, por nivel técnico y carisma, cada uno en su línea, son insuperables. Los fichajes que se hicieron a partir de 2024 nunca tuvieron la madurez y excelencia que exhibieron de inicio las contrataciones que fundaron la dinastía, como Sterling, Mahrez, Gündogan o De Bruyne, más curtidos antes de llegar que los recambios que existen hoy. Se hace difícil pensar en una regeneración fácil a partir del joven Nico González, el limitado Marmoush, el inestable Savinho, el llegador Reinjders, el aburridizo Gvardiol o el divino Cherki.

“Como en Newcastle”

“Los chicos no se tienen que comer la cabeza con el Bernabéu”, apuntó Bernardo, ayer en la sala de conferencias del estadio; “tienen que pensar que esto es como jugar en casa del Newcastle. ¡Ya lo hicieron! Solo tenemos que pensar en seguir mejorando nuestro juego. Este es un desafío para los jóvenes”.

Nadie en los despachos de la Premier parece creer en el regreso consistente, sólido, del nuevo City. Nadie ve en esta revuelta, que ha llevado al equipo al segundo puesto del campeonato, el germen de un campeón como el que asoló Inglaterra entre 2017 y 2024. Dadas las condiciones, sería una hazaña sin precedentes en la historia del fútbol. Pero con jugadores como todo parece probable, y su sintonía con Guardiola es completa. El catalán nunca fue más querido en un vestuario. Haaland da fe de su afinidad con el técnico al tiempo que ha enriquecido su verticalidad con juego en el mediocampo, preciso y sencillo en la dificultad extrema, como demostró en el 3-0 al Sunderland el sábado pasado.

Hoy en Chamartín lo sabrán Rüdiger, Asencio y Tchouameni, actores centrales de una defensa desesperada y testigos en primera línea de un City que se resiste a la mediocridad.