El técnico cuadró una formación muy eficaz, sin Raphinha ni Lewandowski y con Lamine Yamal de media punta, el mejor portador posible de la zamarra con el 10, autor del 1-5. El impulso de la victoria ante el Atlético facilitó la remontada de un líder más autoritario en el juego que en el resultado ante un adversario que acudía embalado a la cita, con seis victorias y dos empates,. Tampoco pudo cantar victoria en su estadio provisional porque fue desbordado por la energía colectiva del Barça y el talento de Pedri, referente del líder de la Liga.