Tchouameni, sobre Xabi Alonso: “No es culpa del entrenador; tenemos que mejorar”

En medio de la formidable crisis en la que se encuentra sumido el Real Madrid, y con Xabi Alonso muy señalado, Aurélien Tchouameni ha redirigido este martes la atención a los futbolistas: “Por ejemplo en , seguro que el entrenador tenía un buen plan de partido, pero al final somos nosotros los jugadores los que jugamos en el campo. Y si jugamos a nuestro nivel tenemos más posibilidades de ganar este tipo de partido. Si perdemos 2-0 es que había un problema nuestro en el campo, como intensidad, faltas técnicas... No es culpa del entrenador. La cosa es que tenemos que mejorar y vamos a hacerlo”, dijo en la previa del encuentro de este miércoles contra el Manchester City en el Bernabéu (21.00, Movistar). “Tenemos que hacer las cosas mejor para ganar partidos y esperamos que vamos a mejorar y ganar más partidos, porque lo que está pasando ahora no es posible”.

Xabi Alonso, que no ha conseguido que sus futbolistas ejecuten su plan de manera consistente, también mira con esperanza el compromiso de la Copa de Europa: “Me siento con muchas ganas de todo lo que viene, y todo lo que viene empieza mañana”, dijo. “En nuestras cabezas está solo el City. Es la Champions, y esto puede cambiar rápido. Afortunadamente, en fútbol, para bien y para mal se puede girar rápido la perspectiva, y estamos en ese momento”.

También están en el momento en el que circulan nombres de posibles sustitutos para él en el banquillo, pero Xabi volvió a esquivar este asunto como ha hecho en los últimos días: “Cuando uno entrena al Madrid tiene que estar preparado para afrontar todas estas situaciones”, contestó. “Estamos mentalizados para afrontar todo lo que nos toca y este es el momento que tenemos. El equipo está unido, está convencido todo el mundo de que podemos ganar mañana. Creo que no hay nadie que tenga dudas, pero para ello tenemos que jugar un buen partido, tenemos que jugar con un buen ritmo con una buena intensidad, competir”, dijo, regresando al punto central sobre el que Tchouameni entonó un rotundo mea culpa.