Tras solo una temporada Riot Games ha anunciado que elimina a Atakhan del juego como objetivo neutral. Un cambio que tendrá un gran impacto en el juego y el competitivo.
Riot Games ha confirmado oficialmente que Atakhan será completamente eliminado de Summoners Rift a partir de la temporada 2026 de League of Legends. El objetivo, que fue introducido como uno de los cambios más ambiciosos de 2025, será removido junto a su sistema de Feats of Strength (Hazañas de Fuerza), en un intento definitivo por reducir lo que Riot denomina «objective fatigue» (sobrecarga de objetivos).
La decisión representa una aceptación pública de que el experimento de Atakhan, pese a ser innovador, fue demasiado disruptivo para el equilibrio del juego.
Un año de controversia: de la innovación al fracaso
Atakhan llegó a League of Legends con dos formas distintas: una versión de Voracious Atakhan que ofrecía reanimación, y otra versión con Bloody Roses and Petals que proporcionaba ganancias masivas de experiencia. El objetivo era intentar crear mecánicas más complejas que recompensaran la inteligencia táctica más allá del simple Smite. Sin embargo, casi desde su introducción, la comunidad se quejó constantemente de que el objetivo creaba demasiada «fatiga»: había demasiados objetivos compitiendo por atención, y Atakhan era particularmente problemático en cuanto a balanceo.
En mayo de 2025, Riot intentó una solución de medio camino: removieron la segunda forma de Atakhan y el segundo conjunto de Voidgrubs. El objetivo era aliviar la sobrecarga mientras mantenía el concepto en el juego. Pero la comunidad profesional y casual continuó quejándose. Los números de poder que Atakhan proporcionaba seguían siendo demasiado impactantes, especialmente en partidas reñidas donde una sola captura del objetivo podía cambiar completamente la trayectoria del juego.
El problema principal: demasiada potencia en un solo objetivo
El mayor problema con Atakhan no era su concepto, sino su ejecución. La versión de Bloody Roses y Petals daba tanto valor en experiencia que los equipos que lo capturaban obtenían niveles que duplicaban o triplicaban la ventaja normal de conseguir un objetivo mayor. En partidas profesionales, esto significaba que un equipo podría estar teóricamente equilibrado, pero después de obtener Atakhan, sus laners principales saltaban múltiples niveles, lo que era prácticamente imposible de jugar para el equipo contrario.
Incluso en partidas casuales, donde supuestamente hay más caos, Atakhan se convirtió en un punto de frustración. Los jugadores tenían que estar constantemente atentos a dónde estaba spawneando y competir por las flores que caían tras su muerte. Si tu equipo no podía estar allí o si tu rol no era bueno para recolectar flores (como un campeón de melee o AP), terminabas siendo marginado por el sistema. La sensación de tener que abandonar tus asignaciones habituales para perseguir flores fue algo que nunca llegó a sentirse natural.
Feats of Strength también desaparece
Junto con Atakhan, Riot también eliminará el sistema de Feats of Strength (Hazañas de Fuerza), que intentaba hacer que First Blood y First Turret fueran más valiosos otorgando oro bonus. Sin embargo, aunque los desarrolladores dijeron que les gustaba que «empujara a los equipos a progresar el juego y proporcionara objetivos para reunirse», sintieron que podían «crear mejores sistemas de juego que permitieran mayor agencia individual».
En su lugar, First Blood volverá a otorgar 100 de oro adicionales, y First Turret volverá a 300 de oro adicionales. Es un retroceso a números más clásicos, pero menos impactantes en el ritmo del juego.
Baron regresa a los 20 minutos
Un cambio positivo que acompaña la eliminación de Atakhan es que Baron Nashor volverá a spawnar a los 20 minutos, su tiempo original. Durante 2025, con Atakhan en el mapa, Baron spawneaba más tarde para evitar una sobrecarga total de objetivos en el juego. Ahora que Atakhan está fuera, los equipos tendrán el cronómetro familiar de Baron nuevamente.
Cambios compensatorios: epic monsters más resistentes
Para asegurar que la eliminación de Atakhan no deje un vacío demasiado grande en el ciclo de objetivos del juego, Riot ha buffado otros mounstruos épicos. Todos los dragones, Baron, Heraldo y Voidgrubs (o Kevins) serán aproximadamente un 15% más resistentes. Esto significa que los equipos que intenten competir por estos objetivos tendrán más oportunidades de hacerlo sin ser aplastados automáticamente.
Además, la durabilidad escalará con los niveles de los campeones en lugar del tiempo de juego, proporcionando consistencia entre diferentes modos. Las recompensas de estos objetivos también serán ajustadas: la mayoría dará menos oro, pero la experiencia de comeback será buffada para permitir remontadas más viables.
El impacto en los esports profesionales
Para el circuito competitivo profesional, la eliminación de Atakhan es probablemente una bendición. En torneos como Worlds 2025, Atakhan fue un factor altamente impredecible. Un robo exitoso o una recolección rápida de flores podría cambiar completamente un juego equilibrado, llevando a resultados a veces arbitrarios. Los equipos tuvieron que dedicar recursos enormes a jugar alrededor de Atakhan, posicionarse para él, y esto llegó a dominar el macro-play.
Con su eliminación, los equipos profesionales podrán volver a enfocarse en macro estrategia más clásica: posicionamiento, rotaciones, control de visión, y jugadas en los objetivos tradicionales.
Reflexión: el final de un experimento audaz
Atakhan fue un experimento audaz de Riot Games por introducir complejidad y agencia en la decisión de qué objetivo tomar. En teoría, era perfecto: un objetivo que recompensaba la coordinación, el timing y la inteligencia táctica, más allá de solo quién podía lanzan el Smite más rápido. En práctica, fue demasiado.
La lección aquí es que no todos los cambios innovadores funcionan, y está bien admitirlo. Riot demostró madurez al reconocer que Atakhan había fallado, incluso después de intentar corregir sus problemas. Ahora, 2026 traerá un League of Legends sin Atakhan, sin Feats of Strength, pero potencialmente con un ciclo de objetivos más equilibrado y menos frustrante.