El sector de los eSports ha cambiado mucho a lo largo de estos años. Empezaría a través de competiciones informales en algunos torneos locales y terminaría llegando a eventos internacionales capaces de facturar millones y atraer a espectadores de cualquier parte del mundo.
Los eSports en Perú también están pasando por un buen momento. En estos últimos años se ha registrado un aumento importante dentro del sector, aunque los expertos apuntan a que todavía debe crecer mucho más. Así se puede leer en el libro El ecosistema de los eSports (elaborado por Rodrigo Vásquez y Leandro Gómez), un análisis que estudia la salud del sector y los obstáculos a los que se debe enfrentar.
El estudio establece que los jugadores tienen potencial para llegar a ganar competiciones internacionales en juegos como CS:GO 2 o DOTA 2. De hecho, como no dependían de grandes estructuras, fueron los propios jugadores quienes se encargaron de elevar el nivel para ser reconocimientos. Y así es como muchos equipos internacionales reconocen la constancia de Perú.
Crecimientos Vs Inversión
En el libro se apunta a que el verdadero auge del sector en Perú se produjo en los años del confinamiento. Se incrementó el número de torneos, equipos y premios. También aumentó el presupuesto destinado a este tipo de ocio y el número de espectadores.
El gran problema vino con la «Nueva Normalidad». Esta inversión empezó a bajar poco a poco; los ingresos por patrocinio bajaron y el streaming se redujo de manera importante. No fueron muchos los proyectos los que consiguieron aguantar ante esta situación y tuvieron que finalizarse de forma anticipada.
A pesar de este escenario caótico, algunas iniciativas consiguieron sobrevivir y han logrado que los eSports sigan siendo una industria con alto potencia y crecimiento.
El reto al que se enfrentan los eSports en Perú
La creación de la Federación Deportiva Peruana de Esports (reconocida alrededor de 2024) busca cubrir el vacío de una regulación de los eSports en Perú.
Aunque todavía es pronto para evaluar su impacto, ya se han dado algunos pasos como la organización de torneos universitarios, la participación en eventos internacionales y las gestiones para integrarse a federaciones globales.
El principal desafío es lograr integrar a todas las partes del sistema y construir una visión común. Esto permitiría negociar directamente con los publishers (las empresas propietarias de los videojuegos) que son el verdadero motor económico de la industria a nivel mundial.