Cuando era niño, Giovanni Lombardi dijo a sus padres que de mayor pondría una tienda para vender ideas, qué quieres que te digo cómo, pero cuando colgó la bicicleta en la que se calzaba a primeros de siglo Boris Izaguirre. Pese a su éxito, cerró la tienda y recuperó el proyecto infantil de la venta de ideas, y de ella vive ahora, y esto lo cuenta el mánager de ciclistas mientras su cliente Juan Ayuso lleva a la práctica la última perla salida de su magín, un acto de contrición obligado, cuando durante la Vuelta se anunció oficialmente que había roto su contrato y dejaba el equipo de Tadej Pogacar.
“Mi tiempo en el equipo de UAE me ha marcado y siempre será una parte fundamental de mi carrera deportiva. Durante estos años formativos, aprendí disciplina profesional y visión. Las personas del equipo, en particular el presidente Matar y Mauro Gianetti, contribuyeron a mi éxito y me ayudaron a convertirme en el ciclista que soy hoy”, lee acelerado el mejor ciclista español en inglés nivel nativo de Atlanta ante una veintena de periodistas el cuarto día de la concentración en el Marriott del club de golf de Dènia. “También quiero abordar y cerrar de una vez por todas lo que ocurrió el pasado mes de septiembre. En ese momento dije algo en lo que realmente no creía, ya que estaba bajo presión y nervioso. No refleja mis verdaderos sentimientos y considero que el asunto está completamente cerrado. Quiero terminar este capítulo en buenos términos con UAE”.
En su primera temporada con el Lidl, Ayuso debutará en febrero en la Volta al Algarve, correrá en marzo la París-Niza, en abril la Itzulia, Flecha y Lieja, en junio la Dauphiné y en julio volverá al Tour, como líder, dos años después de abandonar con covid el año de su debut. “Pero el verdadero líder en el Tour será Mads Pedersen, que luchará por ganar el maillot verde”, objeta en cierta forma Ayuso, dando el protagonismo máximo al danés, excampeón del mundo, líder espiritual realmente. “Una mención muy inteligente de Juan… ¿Ve qué bueno es?”, reflexiona Larrazabal. “Mads lo es todo en este equipo y ha sido el primero en acoger a Juan y hacerle sentir parte del equipo, y le ha abrazado y lo primero que le ha dicho ha sido, ‘todo lo que necesites en el Tour estaremos ahí para dártelo”. Y en el equipo Tour también estarán el danés Mattias Skjelmose y el italiano Giulio Ciccone, y como el Red Bull, el Lidl se convertirá en un bloque para intentar acabar con la dictadura de Pogacar.
“Desde que empecé en la bici siempre he ganado en cada categoría en la que he estado y la presión ha ido subiendo a lo largo que yo también mejoraba. Siempre he vivido con presión”, dice un ciclista al que muchos tradicionalistas critican por haberse saltado etapas desde que a los 19 años subió al podio de la Vuelta. “Cuando eres cadete, cada carrera te parece un poco el Tour de Francia. Es como vivir lo mismo, pero a diferente escala. He crecido conviviendo con ello y sabiendo adaptarme a ello y creo que ahora por eso sé llevarlo un poco con más naturalidad. Bueno, pero cuando ya estás listo para poder estar en el podio, no sé, no veo por qué no vas a ir a por ello, No le veo el sentido a frenarte. ¿Por qué?”.
El plan del equipo dirigido por el italiano Luca Guercilena habla de paciencia, de que ya llegará el momento, de que nadie espera que gane este año el Tour, y Ayuso, el niño prodigio famoso por su ambición y su urgencia, lo acoge. “No digo que no sea realista ganar el Tour en 2026, pero si Tadej está como en 2025 seguirá estando por encima, así que el objetivo realista será subir al podio. Será solo el primer Tour de Francia por mi cuenta”, dice el corredor, que hasta el 1 de enero no podrá vestir la ropa del nuevo equipo. “Hablar de sueños siempre es difícil porque cuando hablas de sueños, normalmente te critican porque un sueño es algo realmente grande, y la gente incluso puede reírse de ti, Sé que soy una persona muy ambiciosa y a veces optimista, pero también realista al mismo tiempo y no es realista para mí este año pensar que sí o sí voy a ganar el Tour. Pero esa motivación está ahí y esa esperanza está ahí”.
El esloveno, ya ganador del Tour, le ganó por solo 15s; 24m 50s, récord de la subida; 25m 4s para Ayuso. Ambos movieron una potencia de unos 6,5 vatios por kilo. A más de 23 kilómetros por hora.