Las Golden reparten los puntos a través de un calendario de ocho pruebas de las que cuentan los tres mejores resultados. Philemon Kiriago, campeón hace dos semanas en la distancia corta de un Mundial al que Elazzaoui no acudió por falta de apoyo de su federación, y Kipngeno, con otras dos victorias por barba, forzaron un empate práctico antes de la final, que lo decidiría todo. Pero el tirano no ofreció grietas. Una superioridad que evidenció en el prólogo: siete kilómetros con más de 500 metros de desnivel positivo que completó en 32m24s, 2m14s menos que el segundo, un abismo en tan poco tiempo. La prueba de que tiene más balas de las que gasta en carrera. Aquello valía 100 puntos, por los 300 de la final: un mal día y todo al garete. Y no es por la falta de nivel, pues cuatro hombres bajaron de las dos horas un recorrido minado, literalmente, pues el viernes apareció una granada, el vestigio de una zona de trincheras de la Gran Guerra. El marroquí ganó en 1:58:30; el keniano Paul Machoka cerró el podio a 1m02s.
La perfección de Elhousine Elazzaoui, de nuevo campeón de las Golden Trail World Series